Los espacios interiores de las villas de Garlenda están concebidos para favorecer la fusión armoniosa entre interior y exterior, entre arquitectura y naturaleza.

Apartamento con invernadero en el jardín

Roma (RM) 2015

El espacio interior de la casa nace de dos ideas: dejar que la luz natural penetre en la entrada, el punto más oscuro de la vivienda, y construir un invernadero pasivo en el jardín.

Apartamento con invernadero en la terraza

Roma (RM) 2014

El espacio interior de la casa se transforma en un contenedor de luz. El juego interior/exterior, a través de las nuevas aberturas reglamentarias y del invernadero pasivo, se convierte en el tema recurrente de todo el espacio percibido. Tres pilares de hormigón armado transformados en columnas de hormigón visto se convierten en las nuevas claves de toda la partitura espacial.

Ático con invernadero

Roma (RM) 2013

La reforma del ático, situado en un antiguo lavadero regularizado, implicó la demolición total por razones de seguridad estructural y ahorro energético.

Casale urbano

Roma (RM) 2005

Obras de mantenimiento extraordinario y consolidación estructural realizadas en un casale urbano de principios del siglo XX. Proyectistas: Arq. Danilo Parisio con Arq. Enrico Cerioni. Dirección de obra: Enrico Cerioni.

Casale rural

Barbania (TO) 2005

El espacio interior del casale de Barbania se ha concebido como el montaje de una galería, donde se perciben al mismo tiempo el espacio interior y el paisaje próximo, dotado de importantes memorias del pasado: una pequeña capilla familiar del tardo manierismo y un pozo de piedra del siglo XVI.

Apartamento

Roma (RM) 2000

La vivienda nace del encuentro de afinidades entre dos figuras completamente diferentes: el Cliente y el Arquitecto. Esto ha permitido trabajar sobre el concepto de reducción extrema de los elementos que componen el espacio.

Apartamento histórico

Roma (RM) 1998

Obras de mantenimiento extraordinario y sustitución de una galería/veranda existente deteriorada.

Ático sobre el golfo

Napoli (NA) 1996

La reforma de un apartamento distribuido en dos niveles —última planta y superático— que, desde la Via Orazio, mira hacia todo el golfo de Nápoles, fue la ocasión para dialogar con ese amplio paisaje marino.